Se utilizan varios índices para calcular el aumento de los alquileres. A continuación, se describen brevemente los principales:
ICL (Índice de Contratos de Locación): Este índice refleja la evolución de los precios y salarios, diseñado específicamente para contratos de alquiler, y proporciona un ajuste basado en la variación de ambos componentes.
IPC (Índice de Precios al Consumidor): Mide la variación de los precios de una canasta de bienes y servicios representativa del consumo de los hogares. Es el indicador clave de la inflación. Casa Propia: Este coeficiente creado inicialmente para créditos hipotecarios tiene en cuenta el menor indicador entre el promedio de la variación salarial del último año y el promedio de la inflación del mismo período.
CAC (Índice de la Cámara Argentina de la Construcción): Este índice es elaborado y publicado por la Cámara Argentina de la Construcción. Mide las variaciones en los costos de la construcción, incluyendo materiales, mano de obra y otros factores relevantes del sector.
CER (Coeficiente de Estabilización de Referencia): Ajusta los valores en función de la inflación medida por el índice de precios al consumidor de forma diaria, asegurando que los precios se mantengan estables a lo largo del tiempo.
IS (Índice Salarial): Refleja las variaciones en los salarios de los trabajadores públicos y privados, permitiendo ajustar los valores de los contratos según los cambios en los ingresos salariales.
IPIM (Índice de Precios Internos al por Mayor): Mide las variaciones en los precios de los productos a nivel mayorista, proporcionando un indicador de la inflación en los precios de producción y distribución. Estos índices ofrecen diferentes perspectivas y métodos para reflejar las condiciones económicas en los ajustes de los alquileres, y la elección de cuál utilizar debe ser negociada entre las partes y especificada en el contrato de alquiler.